LA BIENVENIDA DE LOS MUERTOS
- Vanessa Escobedo
- 1 nov 2015
- 2 Min. de lectura

La temporada para dar homenaje a nuestros muertos se acerca y como cada año en la Ciudad de México se hace un gran ritual para todos nuestros muertos compartiendo las frutas, dulce, pan, vino, tabacos y los platillos favoritos y conectarnos con todos nuestros seres queridos que se han partido al más allá.
Colocando algunos elementos que son imprescindibles según esta tradición en donde el olor a las flores de cempasúchil inunda el hogar, las calaverita y el papel picado llenan de color nuestro altar combinando el olor floral y el copal.
Este es un culto que cada año tiene gran relevancia en la mayoría de los hogares mexicanos pero cada uno de estos elementos tienen un significado lleno de misticismo y que no pueden faltar en tu ofrenda.
Uno de los elementos más importantes es el agua que representa la fuente de la vida, se ofrece a las ánimas para que mitiguen su sed después de su largo recorrido y para que fortalezcan su regreso, la sal como un símbolo de purificación que a su vez sirve para que el cuerpo no se corrompa, en su viaje de ida y vuelta para el siguiente año.
Por otro lado las velas son la representación de la luz, la fe, la esperanza como una guía, con su flama titilante para que las ánimas puedan llegar a sus antiguos lugares y alumbrar el regreso a su morada pero en el caso de los cirios o los candeleros son morados, es señal de duelo; y si se ponen cuatro de éstos en cruz, representan los cuatro puntos cardinales, de manera que el ánima pueda orientarse hasta encontrar su camino y su casa.
Y a su vez el copal o el incienso es el elemento que sublima la oración o alabanza, fragancia de reverencia, se utiliza para limpiar al lugar de los malos espíritus y así el alma pueda entrar a su casa sin ningún peligro; las flores representan la festividad por los colores y olores que amenizan la estancia del espíritu, en muchos hogares acostumbran hacer un camino de pétalos de la flor amarilla del cempasúchil (Zempoalxóchitl) que sirve como guía para que el ánima regrese por buen camino.
El tradicional pan de muertos es un ofrecimiento fraternal en algunos lugares representado como el “Cuerpo de Cristo”, elaborado de diferentes formas. Las calaveras de azúcar medianas son alusión a la muerte siempre presente. Las calaveras chicas son dedicadas a la Santísima Trinidad y la grande al Padre Eterno.
Hay otros elementos que se utilizan frecuentemente en los altares y hasta la posición tiene una razón de ser, por ejemplo el retrato del difunto, que refiere el ánima que nos visitará, pero éste debe quedar escondido, de manera que solo pueda verse con un espejo, para dar a entender que al ser querido se le puede ver pero ya no existe. El licor es uno de los elementos más comunes y es para que recuerde los grandes acontecimientos agradables durante su vida y se decida a visitarnos.
Según la tradición este altar es dedicado a nuestros muertos que llegan a beber, comer, descansar y convivir con sus nosotros.
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